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Entrevistamos a Pedro Márquez, director de fotografía de «Secuestrados», quien nos cuenta los entresijos de la iluminación que tendrá la película:
¿Qué estilo de fotografía tendrá «Secuestrados»?

El estilo de la fotografía tiene que ver con un montón de referencias que tengo con Miguel Ángel desde hace años, porque nos conocemos desde hace mucho tiempo y  conectamos sin tener que decir que es lo que queremos, o sea, que tenemos muchas cosas en común. Básicamente en esta película lo más importante es que la luz siempre esté enfatizando la progresión dramática de los personajes y el hecho de que toda transcura en una casa nos condiciona mucho porque los espacios los enseñas desde el principio.
Conseguir que dramáticamente la luz vaya enfatizando esos momentos en toda la película es complicado porque al final es una casa, no cambias de localización, y hay muy pocos habitáculos; son 13 sets que has enseñado desde el principio y tienes qe intentar modificarlos para que cuando llegue el momento de tensión pues haya cambiado y puedas enfatizar esa tensión.

¿Entonces es la acción de la película la que modifica esa iluminación?

Digamos que la casa tiene un poco de vida a lo largo de la película, va cambiando. Nos hemos planteado iluminar una casa entera que tiene unos personajes; no unos personajes. Hay momento por ejemplo en que van a a pasar por situaciones de luz más luminosas y otras menos  luminosas, porque en una casa en teoría esto es así. A veces en las casas pasas por zonas que están oscuras, y aquí también lo va a haber.

Entonces el reto es, partiendo de una estética realista como es la iluminación de una casa, conseguir que sea dramático y que no sea monótono, porque al final, toda una peli en una casa puede aburrir mucho. Para eso utilizamos dos cosas, los claroscuros, zonas de luz y de sombra, y el color. El color en el sentido de que va a haber espacios con distinots colores, que van a dar riqueza a la película, que no sea toda en tonos cálidos o en tonos fríos. En el salón los personajes tienen el tono de piel neutro o tirando a frío, y el fondo es cálido. Pero en todo lo que son baños son fríos; los pasillos son cálidos, el sótano es rojo, pero cuando llegas al parking es… verde  (risas). Porque eso pasa en la realidad, en tu casa tienes diferentes tipos de temperatura de color en las habitaciones. Yo me acuerdo siempre que la cocina de mi madre era amarilla y el baño era azul… y bueno he hecho una película haciendo eso.
¿Cómo ha sido trabajar en una casa con tanto cristal y superficies reflectantes?

Es muy complicado este tema, y ahí nos la jugamos todos, tanto arte, como cámara, luz y sonido. Nos ayudamos entre todos y es algo que destaco por encima de todo, que estamos en una película muy complicada y que todos los departamentos no sólo asumen su dificultad sino que la del otro departamento también la asumen, te voy ayudar porque te entiendo es la filosofía.

Y bueno, en resumen, básicamente Miguel Ángel me ha peiddo que sea agresivo, la historia lo pide y la productora también lo ha pedido, y yo estoy encantado porque es como una carta blanca ya que a veces a los dires de foto nos piden lo contrario, que se vea bien, y que no haya zonas oscuras. Aquí desde el diseño de producción se ha querido que sea una iluminación agresiva.

En la primera imagen, el equipo en un momento del rodaje. En la segunda Pedro Márquez, director de fotografía, sorprendido durante el rodaje.

Mario Forniés, coproductor de la película a través de Blur Producciones, y compañero de Miguel Ángel Vivas en la universidad nos cuenta su relación con el proyecto:

«Conozco a Miguel Ángel desde nuestra época de universatarios, hicimos Comunicación Audiovisual juntos.
Siempre me impresiono su talento y vi en él un futuro gran realizador. Acabando la universidad, ganó un concurso de guiones y dirigió su primera película, lo cual era impresionante para los que estábamos a su alrededor. Mi primer proyecto como productor fué un videoclip que dirigió él para «Sindicato del Crimen » , lo rodamos en Betacam SP con un presupuesto bajísimo y aún hoy lo considero como uno de los trabajos de mejor factura que he producido , sobre todo en cuanto a la realización.

Tras perderle la pista durante un par de años, hace poco me enteré que andaba con este guión entre manos y que necesitaba algo de ayuda para sacarlo adelante, tras reunirme con él , junto con mi socio, Rafa Endeiza, tuvimos muy claro que ibamos a entrar en la película , y asi ha sido.

Además del atractivo que supone para nosotros el tema que aborda , un tema tan común en nuestra sociedad de hoy en día , nos apasiona la forma que propone para contarla , además del fabuloso casting con el que contamos, ayer en el rodaje se me ponían los pelos de punta al ver a Ana y Manuela llorando juntas antes de salir de rodar …

En fin, creo que nos encontramos ante una película de un gran valor en cuanto a la forma y al contenido, además de tener un equipo humano excepcional trabajando en ella, como Pedro Marquez, Alberto, Javi, Juanma Nogales y compañía. Para nosotros es un auténtico placer poder formar parte de este proyecto, así como poder compartir la producción con Vaca Films , a los que estamos muy agradecidos por el trato que nos están dando.

En la imagen, Manuela Vellés durante un ensayo de una toma.

Nuestro director presenta la película a su modo:

Miguel Riesco del Árbol, director de arte (en la imagen, tras el cristal), nos explica la estética y sus intenciones en el trabajo que él y su equipo llevaron a cabo en la principal localización de «Secuestrados». Tras sus declaraciones podemos ver un interesante recorrido en fotografías de cómo era la casa antes de comenzar el trabajo y cómo es en la película.

«La dirección artística de esta película al igual que la de «casi» todas tiene la intención de definir unos personajes a través de su entorno y a partir de una historia. En esta peli he intentado mostrar a una familia no solo con pasta sino también con clase y buen gusto ya que el tener dinero no siempre es sinónimo de buen gusto.  Estos tienen mucho dinero y además saben lo que quieren.


Los tonos de la película van practicamente todos en colores tostados; varias tonalidades de rojos combinando con los verdes del exterior, la madera y el ladrillo del interior conformando un conjunto muy orgánico que le dan vida a la casa, o al menos esa ha sido mi intención.  La única excepción ha sido la habitación de la hija que se desmarca del resto con tonos violetas y morados, mobiliario un poco estilo Ikea con un mural en una de las paredes, posiblemente pintado por la propia chica, para personalizar un poco más su habitación; aquí he intentado «infantilizar» el espacio para que las secuencias duras que se producen en él fuesen aún más impactantes, si cabe.  La parte del sótano va en un color rojo vino muy fuerte, muy potente y oscuro que da la sensación de claustrofobia e intranquilidad.


Con todo esto y con la ayuda de los muebles y demás elementos decorativos he querido dar a la casa un aspecto de elegancia, buen gusto y sobriedad.»

Aquí podemos ver el aspecto que tenía cada estancia de la casa antes de entrar el equipo de arte a trabajar, y como quedó finalmente en la película:

Habitación de Isa – Antes\Después

Dormitorio Padres – Antes/Después

Hall – Antes/Después

Pasillo – Antes/Después

Salón – Antes/Después

Manuel Robles, jefe de sonido, y Nacho Arenas, microfonista y responsable del montaje de sonido, nos cuentan cómo están planificando la película.

«Trabajamos toda la película con dos pértigas y con inalámbricos según se pueda, porque como hay mucha acción y mucho movimiento esconder radiomicros es muy complicado; en esta secuencia en particular (se refieren a la última escena rodada, la cuál se narra casi toda en plano general e intervienen tres escenarios distintos) sólo pudimos poner uno en la hija, que era la que estaba más quieta, y como los padres le hablaban mucho a ella pues sirvió de apoyo a la conversación.»

Preguntados acerca de la postproducción de sonido nos comentan:

«Quieren un sonido verdadero, quieren que se transmita con la mayor verdad posible (no se subrayarán las emociones generadas con música, como nos comentó el director en el segundo post del blog) y se jugará todo el rato con el sonido ambiente. El rango dinámico de las voces es muy amplio, hay muchos gritos y susurros, esto lo hace complicado ya que en una misma toma se combinan situaciones con personajes exaltados junto a situaciones calmadas «.

Sobre la localización de la casa:
«Con la casa hemos tenido suerte, tiene mucha madera, es una casa que está muy bien pensada; las habitaciones no tienen reverberación excesiva, eso nos ayuda mucho a nosotros»

Fernando Cayo quien interpreta al personaje de Jaime en «Secuestrados» nos habla de su visión de la película y de su personaje:

«Jaime es el padre de una familia bien situada económicamente que se acaba de mudar a una urbanización con su mujer y su hija. En su primera noche en la casa unos asaltantes muy violentos entran en la casa…

Jaime representa a cualquier hombre que ve amenazada a su familia y a él mismo. El periplo de Jaime es el de el horror, la impotencia, la rabia, la desesperación pero siempre la lucha. Si algo marca a Jaime es que ha tomado la opción de no rendirse.

Secuestrados es una película en clave hiperrealista. El espectador tendrá la sensación incómoda de observar todo por un agujero de la pared…con la certeza de que en cualquier momento eso le podría pasar a él también.

Secuestrados es una reflexión agitada y desasosegante sobre el miedo y la lucha.

“El miedo, es una emoción que reconocemos a través de una serie de cambios fisiológicos relacionados con el sistema nervioso autónomo y el endocrino, su sentido básico es el de protección ante estímulos de peligro…”

Secuestrados es una visión fresca y sorprendente  del secuestro y la violencia.

El rodaje de Secuestrados es una aventura de riesgo, la experiencia más brutal y más vibrante que he vivido en el cine. Un proyecto diferente que literalmente no se podría hacer si no se contara con el equipo apasionado y valiente que tiene ésta película. Desde aquí un beso grande y todo mi reconocimiento y mi cariño a todo el equipo.»

Juanma Nogales, de la empresa TwinPines, responsable de postproducción en Secuestrados nos explica su labor en la película:

«La Postpo va a ser más bien invisible en el sentido de que será un apoyo a diferentes equipos del rodaje. Esto se traduce en que, por ejemplo, en algunos planos secuencia que  es complicado rodar de forma completa, hay que dividirlos en piezas y unirlos en postproducción. El triunfo en nuestro caso es que no se note.

Por otro lado hay también bastante apoyo a efectos físicos y maquillaje. Por ejemplo, apoyo en las prótesis, creación de sangre digital y roturas de objetos.
En ocasiones nosotros ayudamos a los especialistas de efectos físicos complementando su trabajo en el set. Si por ejemplo hay un corte con un cuchillo y por cualquier motivo la sangre no brota de manera natural desde el principio, nosotros la crearíamos digitalmente.

Además, también ayudamos a los especialistas en las escenas de más acción física como pueden ser golpes o accidentes. En rodaje se interactúa con objetos blandos que no dañan a los actores y posteriormente nosotros los sustituimos por objetos contundentes.

Va a ser un trabajo intenso y que algunos pueden ver como poco agradecido; sin embargo, la gente que nos dedicamos a la postproducción digital sabemos apreciar este tipo de trabajos y nuestra meta es que el público se pregunte «¿esta peli tiene efectos digitales?»

En la imagen, el director Miguel Ángel vivas, a la izquierda, junto al actor Fernando Cayo.

Miguel Angel Vivas, director de «Secuestrados», nos habla de su película, los temas que se tratan en ella, el estilo visual y cómo está siendo el inicio del rodaje:

«El inicio de rodaje ha sido caótico, pero como cualquier inicio rodaje. Más en esta película que estamos planteando algo diferente, para bien o para mal, tanto en el estilo como en la forma de hacer la película.

Hasta ahora estoy tranquilo porque los dos primeros días de rodaje son los dos más sencillos entre comillas, ya que pese a que son dos días de planos muy complejos, son también los de presentación de la familia en los que nos los encontramos en unas condiciones de vida «favorables». A partir de mañana empieza el caos tanto para la familia como para el equipo  de rodaje.

El tema de esta película es el terror, el miedo absoluto y la violencia que lo genera. Normalmente en una película contamos una historia; mi idea en ésta es no tanto contar una historia sino mostrar unos acontecimientos. En ese sentido intento desnudar tanto el guión como la propia situación parta entrar en la verdad de esa violencia. No quiero decirle al espectador qué tiene que sentir en cada momento.

La forma en que estamos haciendo la película nos ayuda a enseñar una situación extrema pero desgraciadamente real y actual. Lo que me interesa en esta historia es la ausencia de espectáculo, prescindiendo de la música, el montaje cinematográfico y de otros elementos como efectos de sonido que no hacen otra cosa que subrayar o remarcar los momentos emotivos, terroríficos, dramáticos, etc.

Lo más difícil de este rodaje  es conseguir la fisicidad de la historia, que lo que ocurra en plano ocurra de verdad; en este sentido los actores están trabajando desde el corazón y no desde el cerebro, ya que hay muchos momentos que podemos intelectualizarlos, pero a la hora de rodar sólo les queda el sentir y reaccionar ante todo lo que les va ocurriendo, que no va a ser poco. De esta forma es muy difícil que haya dos tomas iguales, lo cual me encanta ya que en cada toma, a parte de los cien problemas de turno, tendremos otros cientos aciertos que no esperábamos. Siempre les pido a los actores que se guarden algo en los ensayos para que puedan sorprenderme en el rodaje.

La película transcurre en unas pocas horas de una noche. Vamos a jugar mucho con los claroscuros. Es una película muy contrastada en la que los puntos de luces reales de la casa nos van a servir para crear la atmósfera y el estilo de la película. Tonos muy cálidos para los fondos y muy fríos para los personajes.»

A la derecha de la primera imagen, Miguel Ángel Vivas en un momento del rodaje. En la segunda imagen, de izquierda a derecha, Fernando Cayo, Ana Wagener y Miguel Ángel Vivas.

Comienzo de rodaje

Hoy comenzamos el rodaje de la ópera prima de Miguel Ángel Vivas. Podéis leer la sinopsis de la película en el último post que publicamos y ver cómo está siendo el planteamiento del rodaje en el video stop-motion que os ofrecemos (disponible en HD 720p).

Emma Lustres, productora de «Secuestrados», nos cuenta sus impresiones tras el primer día de rodaje:

«Hemos tenido todo en contra, son las dificultades tecnicas que se producen en tomas de 6-7 minutos. Son planos complicados a nivel técnico, con 5 actores y 10 figurantes, reflejos imprevisibles, encuadres complejos… esto unido a que era el primer día de rodaje y el equipo no está engrasado, la lluvia intermitente, el sol que asoma y estropea el raccord de luz…

Hemos hecho varias tomas pero ninguna buena del todo, como siempre la exigencia prima y mañana repetimos; arrancaremos con lo de hoy y nos enfrentaremos a otro día complicado porque restaremos 3 o 4 horas al plan inicial.

Estamos en el inicio de la historia en el que nuestros protas se están instalanado en su nueva casa y vemos la mudanza.»